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an indie collab

Rangi nga Papa han ubin eban antasqua / La separación de Rangi y Papa


Written by Hēmi Kelly. Muysc cubun translations & narration by Brenn Romero. Spanish translations & narration by Mariana Suarez. Illustrations by Munro Te Whata.


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​Muysc cubun

Spanish

​​Quycaua azonuca iahaco nquyia ica Maori aquycaz, fihista cuhumin atye magueza yn aguezaz aguequan sas quyhyn aquyne.

​La historia de la creación Māori comienza en la gran extensión conocida como Te Kore (La Nada).

​Te Kore guy xis fihista cuhumin ahyca nga xis fihista cuhumin, asuhucaz aguezac aguequa, yn ipquabe azonuca chonga anquy com chonga aga. Ysn umza Te Pō ahycac guescac aga. Ys guy umza yn Ranginuis (Guatquycapaba) Papatūānukusaz (Quycauaia) aga.

​Te Kore fue el potencial ilimitado que condujo a las diversas fases de Te Pō (La Oscuridad), donde Ranginui (Padre del Cielo) y Papatūānuku (Madre Tierra) llegaron a existir.

​Xis pabas uaiasa Umza Te Po ahycac guescana biza han ubin cam abquys han ubin es achos achahanzac chuta mabie abxiquy.

​Se unieron en un estrecho abrazo en Te Pō y tuvieron muchos hijos.



​Achuta umzana, pabas uaiasa es achoquez quypqua atyemaguezac agaian achichy abizins, xis quypquaz apquyngugue npquaca, eba pquohoze asuhucucaz asuhucagonzinganuca guehesc aga.

Los hijos vivían hacinados en la oscuridad, aplastados entre sus padres con poco espacio para moverse.

​Ys nohocan ynacan, xis guasgua ebas apquyquysaz yc bgyis quycaua azonuca apaba auaian fac aguequa ica uca nynga cuhuc abga.

​Pasó el tiempo y a medida que los hijos crecían, asi lo hacía su curiosidad por el mundo más allá del abrazo de sus padres.

​Guias cuhubasaz ipquabie azonuca fac suza emzac abtyhyzas amihistyioa, iahaco abgas apaba auaia han ubin es bizan ianyngabe yc absuns eca acubuns abxy.

​Los hermanos comenzaron a discutir cómo podrían liberarse del abrazo de sus padres para explorar el mundo exterior.

​Tūmatauenga, aguia acuhuba apquanuca quyhyc ai pquyquy iasca, quyi aguquys, chipabas chiuaiasaz angungazacan chiianynga chibgaz aquynza abga.

​Tūmatauenga, el más temible de todos los hermanos, sugirió que la única forma de escapar era acabar con la vida de sus padres.

​Tāwhirimātea supquaguec apquys azazas, xis auaque uzaz hoc achuenza. Fan xis cuhuc chiaguequa xis achiquis chimucansan sas quyhyn chiaguequanucac chiguens chibquys chianyngaco abgas absoquy.

​Tāwhirimātea se opuso inmediatamente, insistiendo en que los dejaran en paz y continuaran viviendo de la única manera que sabían.

​Acubun bohoza abcaquys absoque. Nga güia ata güia ata cuhuba ata cuhuba ata ys ica yc sunsuca agusquan, Tānemahuta ipquabe uchas aguquy. Chie channyca chiita chichihiza bohoza chipaba chiuaia eban chibtanzingacan fac chizasquaza abga.

​El gran debate continuó mientras cada hermano presentaba su propia idea hasta que Tānemahuta propuso que separaran a sus padres por la fuerza.

​Guia cuhuba apquanuca chusc ehe abga, Tāwhirimātea achyquis apquys azazas ehe abgaza.

​Esto fue acordado por todos excepto Tāwhirimātea.


​Tānemahuta, hatac achihizan mague, apaba auaia es biza eban tac aquysyns, ​


​Tānemahuta, el más fuerte de todos los hermanos, se dispuso a separar a sus padres.


​​(agypqua hichas abtas) apquaqueba, chihiza cuhumin bohoza, Papatūānukus abtas, aquihichanxiez Ranginuis abta.

​​Yacía boca arriba con los hombros firmemente presionados contra Papatūānuku y los pies contra Ranginui.

​Achihiza azonuca nga aquihicha bohoza, apaba zoc oban abgyis, apaba auaia es achoquyz amascao.

​​Usando toda su fuerza, empujó a su padre hacia arriba con los pies, cortando el fuerte abrazo de su padre.

​Sihic abquynan, Te Pōz pquihiza fuyzac aga nga xis quycaua azonuca chinanuca yn chipquaoa, Te Ao Mārama, anquy.

​​Mientras lo hacía, estos rayos de luz inundaron Te Pō formando el mundo de luz que habitamos hoy, llamado Te Ao Mārama.

​​Tānemahutaz agocas ebasa yc ai absuhuquys etamuys Ranginui nga Papatūānuku yban abtas achahane. Sihic aguenpquaca pabas uaiasa ana biza ubin han eban antanan, xis tamata apquyquyz asucans, aiuz yn apquyquyne npquaca choc acons ai abga.

​​Tānemahuta continuó extendiendo sus piernas y su cuerpo hasta que separaron por completo a Ranginui y Papatūānuku, quienes lloraban y gemían en agonía y dolor.


​Ranginui upquaxiuz acosyns siuc aga nga ysz hichac atanan, Papatūānuku choc guec quisca xie guatoque sietoquec anquy.

​Las lágrimas de Ranginui brotaron formando la lluvia y al caer sobre la tierra creó los ríos y arroyos de agua dulce que acarician a Papatūānuku.

​Papatūānuku acon mague afihizca guan ateucaz bahaoac agas abxy, ysz aiez aguezac hichan anyquys guatquycaca Ranginui muysa guat aza.

​Los tristes suspiros de Papatūānuku comenzaron a formar la niebla que se elevó desde la tierra y se desplazó hacia el cielo hacia Ranginui.

​Guias cuhubasa muysquyn quycaua azonucan suza anyquyc aga. Xis chuta atabe auaia bohoza hichana quypquas aquyquy, chuta atabe uchas apaba hichcatan abizinioa guatquycaca ana.


​Los hermanos se convirtieron en los guardianes de la naturaleza, algunos permanecieron en la tierra con su madre mientras que otros se elevaron al cielo para estar más cerca de su padre.


Tūmatauenga muysc chunsua sab chunsuac aga Chiez achihiza achubac chiguene. ​


​Descendemos de Tūmatauenga, quien se convirtió en el dios de la humanidad y la guerra.


​​Tāwhirimātea, quycaua azonuca hichuba com chituc gaia chunsuac aga nga sa acuhuba aguia nxie ys achubac chiaguequa nxie amaisuca, apaba auaia eban abta npquaca.

​​Tāwhirimātea se convirtió en el dios del clima y continúa acosando a sus hermanos y a su descendencia por separar a sus padres, azotándolos con vientos violentos y tormentas.

​Fa nxie, guatquycan siuz hichac azas hichan suza bahaoaz zos azan pquynuca, xis quycaua chipquyn agasqua, Ranginuis Papatūānukusa han ubin yc tyzuca aquycaua.

​​Tānemahuta se convirtió en el dios del bosque y de toda la vida que existe en su interior, incluidos los árboles gigantes que continúan separando el cielo y la tierra.


​​Hasta el día de hoy, recordamos el amor y el anhelo que Ranginui y Papatūānuku aún tienen cada vez que la lluvia cae del cielo y la niebla se levanta de la tierra.


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