top of page
an indie collab

Tequendama quycaua / La historia del salto de Tequendama


Written by Brenn Romero. Muysc cubbun translations & narration by Brenn Romero. Illustrations by Camilo Conde. Spanish translations written by Mariana Suarez and edited by Ana Bonifacino. Spanish narration by Mariana Suarez.


This story was brought to you by our amazing partners at Latin America CAPE. Find the full 'Legendary Links' project and other language combos for this story here.


 


Muysc cubun

Spanish

Sas quyhyn, quycaua azonuca zac hatac ubuc aguequa xie fuyzegue, iotu fuyzygue, umza fuyzygue.

Al principio, el mundo estaba en una noche permanente, que era todo frío, todo humedad, todo oscuridad. Como una enorme laguna sin orillas.

Xiua hatacuhumin guehespqua yn aquyhycaz aguezac aguene.

​No sabemos cuánto tiempo transcurrió, pero de esta laguna surgieron los tunjos.

Le ficaz aquyne xin chimucanzanan nohocan, xis xiena chunsuaguiaz fac abiquy nga chunsuaguia npquaca chituz aga com chitu npquaca chunsuaz aga.

Entonces, o bien llegó el calor con ellos o es por el calor que los tunjos surgieron.

Ys cuhuc quycauaz axiquys amnys hicha nxiez aga.

Así, el mundo fue secándose y apareció la tierra (el suelo).

Xis xiua quyhyn zona guy uaia Bague, nohoscaz aguene.

​Hay quienes dicen que esta laguna primordial es la madre Bague.

Ngaban Chunsuaguia azonuca uaia, Bague, achuta muyhyca hatacuhumin,

​Y la madre de todos los tunjos, Bague, dio a luz a sus hijos más poderosos:

Chiminigagua (sas quyhyn chie gaia), Cuhuza Fiba (guatquycan zona chuquy), Bozica (psihipquas tybasa huc gaia) nga Chichybachunez (Funza bosan suza quyca ahue) abxiquy.

​Chiminigagua (la primera luz), Cuhuza Fiba (el arco en el cielo), Bozica (maestro de caciques y capitanes) y Chichybachune (señor del valle del río Funza).


Chunsuaguiaz yn apquyquyne, ficaz aguene chimucanza, xis chunsuaguia muyhyca guy hatacuhumin ocasac chigusqua.

​Hay muchísimos tunjos, no sabemos cuántos, pero creemos que estos cuatro son los más importantes.

Quycauaz axiquynxie iez aquyne, nga quyca xies fac suzaz hich quyca buchua uaiaquyn muyhyca agyna suzac aga.

​Transcurrió un tiempo desde que el mundo empezara a secarse, ​y de lo que emergió del agua, se formó el mundo seco de tierra, sostenido sobre cuatro guayacanes*.

Nga zaitanie chicaca chiuexica sas quyhyn xiuan fac abiquys, Funza xie amuyquy azonucana abizinsucac agas aue abquys amny.

​Fue entonces cuando nuestras abuelas y abuelos de la antigüedad nacieron de las lagunas** y empezaron a habitar el valle del río Funza y a construir sus casas.


* Hoy día se piensa que aquellos árboles estaban bajo la tierra como pilares que soportaban el mundo arriba.

** Los Muysca descienden de gente de las lagunas. Muchas de sus historias jablan acerca de esta transición del paisaje mojado/húmedo al seco y cómo su gente se transfromó y adaptó con dichos cambios.


​Ngaban Hue Bozica—com Chimizapquagua— aba nxiez foi achihiquy nxiez muysca huc amnys, huc abga. Ynacan, muyscaz ta abquys amny.

​El Señor Bozica—también llamado Chimizapquagua—le entregó a la gente el maíz y le enseñó la pintura de las mantas.

​​La gente empezó a construir labranzas.

​​La gente empezó a construir labranzas.

​Quyca cuhuma yn Funza xie cosynnuca ahue guy Chichybachune. Nga as chunsuaguia npquaca, muysca mabien anyia afoi choz aguensan nohocan, muysca mabie ahue achiez aguzas afan abquys en abgas eca aguquy.

​​Chichybachune era el señor del gran territorio donde corre el río Funza y, ​gracias a él, mucha gente disfrutaba de vestido y de oro. ​Sin embargo, muchos no respetaban a su señor, le ofendían y hablaban detrás de él.

​Muysca quyia, uzaz Chunsuaguia Chichybachune huc achuenzac aga apquas apquys azaza nzone agec aga.

​El tunjo Chichybachune se enojó porque le disgustaba y le parecía mal lo que decía y hacía la gente.




Ynacan, Paba Chichybachune agegue, Tivitó xie nga Sopó xie aie amimy, axie fiez Funza muyquyca absoquy.


Entonces, el señor Chichybachune, enfurecido, cambió los caminos de los ríos Tivitó y Sopó y trajo sus muchas aguas a la sabana del Funza.



Ys cuhuc, Chunsuaguiaz Funza xie cuhuminc abga, nga xie ysquie muysc tac azas muysca ahichaz aguezac aga.

De esa manera, el tunjo agrandó bastante el río Funza y tal cantidad de agua dejó a la gente sin labranzas y sin suelo.

Muysca, ahichaz aguezac, eba aiomgy abxiquyza, achahasgans, guac zos aiansucac aga.

La gente, ya sin tierra, no podía sembrar papa ni maíz, empezó a sufrir hambre y terminó huyendo a las alturas a las montañas.

Muyquyta usaque, Suba usaque, Chia usaque nga psihipqua cuhumin uchas emzac agas, acuhuba atyba bohoza aquyi abzis, quyca azonucan psihipqua apquanuca bohoza acubune.

​Los caciques de Muyquyta, de Suba, de Chía y otros grandes caciques, se juntaron, consultaron con sus capitanes y ancianos, y hablaron con los caciques de todo el territorio.

Fusagasugá nxie anyquys Tabioca anas, Facatatyba nxie Guasuhucaca nxie psihipqua azonuca Bozica achunsuueca aians, abohoza atamsago, fie azago, Hue Bozica achiegueca,

​​Todos los caciques, desde Fusagasugá hasta Tabio y desde Facatatyba hasta Guasca, huyeron al templo de Bozica y allí le hicieron pagamento, ​ayunaron intensamente y le rogaron al señor Bozica, diciendo:


'Achi pabi hata umchiegue chie mhuizynynganan agachi chibgas umchihicha hatac ubuc chibchuenynga,' abzis acone.


'Ay, Señor de más alta honra, si puedes salvarnos de la muerte, por siempre te vamos a rogar y a agradecer a ti.'



Sua atan, sua mena, Muyquyta guan chican Guatquycaz atinans chuquyc gaia Paba Cuhuza Fibaz aga, nga as agyn Bozica nxiez ahuquy.

Un día, por la tarde, sobre los cerros de Muyquyta se hizo un estruendo y apareció el señor Cuhuza Fiba en forma de arcoíris, y sobre él estaba también Bozica.



Etan anyiachunez aguens, Bozica chican suza psihipqua cuhumin ahycaz abzis xis yc aguquy:

​Con un bordón de oro en la mano, empezó a llamar a los caciques principales desde lo alto y les dijo:

'Chibusgua, xis chaguisca mimnypquanyngaco.

'Pongan atención! Escuchen esto que les digo.

Chichybachune ica zybohoza umsipquas agachi umga nga mie mnypquao guy nga mie btyzyne.

He escuchado las quejas y los lamentos de ustedes sobre Chichybachune y me he compadecido.

Mie zyhuizynga bga. Zyhyca achiez umguquy npquaca, umtamsa zuhuc achuens zypquyquyz achuensuca npquaca.

​Los quiero salvar, pues me complace el corazón la honra que dan a mi nombre y el pagamento que me ofrecen.

Ngaban, xietoque boza, Chichybachune mimuysa soca, aguezac bgasquazasan nohocan, mitan miuen fac bzasqua. Xiez hatac ubuc aguezacan mitaz abgys mie channyca nxie mibgynga npquaca'.

​Sin embargo, no les desapareceré los ríos que desvió Chichybachune, ​pero sí los sacaré de sus casas y labranzas. Porque sin ríos, también morirían sus labranzas y ustedes mismos.'

Ysnaia, anyiachune atan aguequa hyca cuhumaca abgyis hyca sacan abtas bozac abga.

Entonces, arrojó la vara que tenía en su mano contra una roca grande, partiéndola en dos, para que el agua pudiera caer hacia el fondo de la tierra entre las rocas.

Ys cuhuc, xie guan atas, hycas hichy etac aza. Fan, xie guan tasca ahyca guy Tequendama.

​En el presente, el nombre de estas aguas que caen desde lo alto es Tequendama.





Ys abquy ypquana, Hue Bozica Chichybachune abtyus quycaua azonuca agahan abtaioa nzone, fan Hue Chichybachune gahan aquycaua azonucaz aguens, apquaqueba amuyiac quycaz abtanan iez amisqua.

El señor Bozica, luego de hacer tal cosa, mandó a Chichybachune a cargar el mundo a cuestas y es así como, cuando Chichybachune pasa la tierra de un hombro al otro, se producen los terremotos.

Fa Muyquyta yn chiabizan, xiuz atanz yn apquyquynan nohocan, sa xiez Tequendaman atansuca.

​Aunque llueva bastante en Muyquyta donde estamos hoy, las aguas caen desde el Tequendama.

Nga chita chiuez xie fuyzy nzinga npquaca, chicaca chiuexica sinca nxie suna nxiez abquy.

Y para que no inundara nuestras casas ni labranzas, los abuelos y abuelas construyeron los camellos y camellones que llamamos sinca y suna.

Apquas, Chichybachunez quycaua azonuca agahan abtaioa antyusuca npquaca, Cuhuza Fiba chuquyc agan, chihas uahaicaz agaioa, quycaz chihas amuyioa, muysca achuta maba abza.

​Pero además, cuando Chichybachune fue puesto a cargar al mundo y vio a Cuhuza Fiba, maldijo a los muyscas para que nos llegaran pestes o nos llegaran males.

Nga Chuquy chiaguahaicanzanynga npquaca, chitamsa hoc chinynga cuhuc aguene.

Por ello, para que el arcoíris no nos haga daño, debemos hacerle pagamento.

Keen to support us to create more Indigenous stories like this? Please give us your feedback through this short survey. We've ensured it literally only takes one minute and we appreciate it so much!


 

Legendary, right? Find the other stories in this project, as well as this story in other language combos, here.


Huge thanks to Latin America CAPE for making this story possible.



0 comments

Comments


bottom of page